lunes, 23 de diciembre de 2013

De todo corazón, felices fiestas y próspero 2014


Un año más a través de éste humilde blog, os deseo a todos los que entráis en él, o seguís las andanzas del Tíu la vara en arradiu y/o otros medios, unas muy felices fiestas y un próspero año 2014.

No me gustaría ser una falsa felicitación más de las que tanto se dan en éstas fechas, por lo que desarrollaré un poco mi felicitación. Quiero especialmente desear un muy buen 2014 a todos aquellos que sufren la injusticia de vivir en un Estado sumiso a los grandes mercados, a quienes sufren porque no se hace justicia con aquellas circunstancias o cosas que más aman, a quienes pasan momentos difíciles por tener seres queridos enfermos, a aquellos que son nobles, honestos, íntegros, limpios de espíritu y corazón, porque aunque creamos que cada día hay menos, haberlos haylos, y no tan pocos.
Vivimos una época difícil, dónde al bueno se le llama tonto, y al malo listo, cometiendo con esto una auténtica injusticia que envía un mensaje horrible para quienes deben de ser el futuro de éste mundo, los más jóvenes. Y es que nadie es más listo que quién tiene la conciencia limpia, para poder ir con la cabeza erguida por donde pise, y nadie más tonto que quién se cree más listo que los demás haciendo daño al prójimo.

No soy creyente de ninguna religión, y por lo tanto no debo de permanecer encorsetado en un mensaje ficticio y falso, pues me salgo de lo habitual en una felicitación navideña, deseándoles a esos listos que la vida les haga justicia, y no con ello les deseo ningún mal específico, sino que simplemente no les deseo nada bueno, y eso ya es lo suficientemente duro. Porque no puedo desear bien ninguno a quién roba, maltrata, defiende injusticias o da amparo a sinvergüenzas por cualesquier que sea el motivo, a aquellos que se escudan en excusas para no hacer lo qué es debido, a quienes hacen daño a otras personas diciendo que hacen su trabajo, a las personas que juegan con los sentimientos e ilusiones de otras. No, a esos no les felicito las fiestas, ni les deseo nada bueno para el año que viene. ¡Ojo! reitero que tampoco nada malo les deseo, porque tengo la firme convicción de que será la propia vida quién les ponga en su lugar, porque cuando eres tan mala gente que nadie te desea de corazón mejor suerte para el futuro, es ya una condena bastante grande, que no necesita de extras.

Hecha ésta felicitación un tanto peculiar, como lo es quién la escribe, me gustaría hacer una breve valoración de mi pasado año, el cual no considero demasiado bueno por muchos motivos, pero que sinceramente creo que veo peor de lo que fue en realidad.

Para mi 2013 ha sido un año de desengaños con distintas cuestiones de la vida. De desilusiones y golpes duros hasta casi secarme el lagrimal por mi amado Real Racing Club de Santander. De pelear contra viento y marea por mantener vivo mi sueño de hacer radio. De cabrearme por que algo no me salía bien. De impotencia ante las muchas injusticias que han pasado éste año. De paro. De no callarme por conveniencia. De temblar de rabia e indignación por ver a mi gente pasarlo mal en algún momento, y de muchas otras cuestiones que podríamos seguir enumerando y definir como negativas.
Pero también ha sido un año de fe y esperanza en conseguir cambios a mejor, porque a veces las cosas que parecen muy negativas a corto plazo, acaban siendo muy positivas en nuestro futuro, y sólo caes en la cuenta de ello cuando ya ha pasado un tiempo y lo ves con perspectiva. Un año de conocer sitios nuevos y maravillosos, especialmente Santorini y Barcelona (quién me lo iba a decir lo de ésta última, con los prejuicios que de ella tenía). De conocer mejor a amigos entrañables. De mantener amistades con amigos que no ves lo que te gustaría. De amor. De fraternidad con los tuyos. De ver una afición honrando la historia y grandeza del club que amas, el Racing de Santander. De gente que abre los ojos y empieza a dudar de todo aquello que los grandes medios de comunicación nos dan como palabra indudable e inescrutable. De luchar de manera cívica. De pasar un buen rato en familia. De jugar un partido de fútbol con gente sana. En definitiva también podría enumerar muchas más cosas positivas que sucedieron en éste 2013 que estamos cerca de dejar atrás.

Con ello quiero decir, que independientemente del año que ponga en el calendario, siempre habrá cosas buenas y malas, pero creo que lo más importante en ésta vida es avanzar aprendiendo de todo lo que nos pasa, tanto bueno como malo, pero siempre quedándonos con lo que nos hace sentirnos más felices, tratando si es posible de trasmitirlo a los demás. No nos pongamos fechas concretas a nuestros objetivos, mejor disfrutemos día a día de hacer lo que hacemos, seamos mejores cada día con los que nos rodean y así pondremos nuestro granito de arena a que la sociedad en la que vivimos sea un poco mejor.

Por lo tanto, en lo personal no pensaré demasiado en aquello que no puede aportarme nada bueno, y seguiré centrándome en ser feliz con quienes me quieren, luchando por mis sueños. Os recomiendo a todos hacer lo mismo, aunque desde luego que es más fácil escribirlo o decirlo, que hacerlo.

En 2014, espero seguir dándoos la vara, pues eso querrá decir que no me rendí en mi empeño por conseguir mis sueños. Un abrazo de todo corazón y sed felices durante éstas fiestas y todo el año que viene.