lunes, 19 de noviembre de 2012

S.O.S. Racing

Definitivamente, el Sardinero este pasado sábado ha explotado contra la desvergüenza y el asesinato paulatino, que esta sufriendo el Real Racing Club de Santander.

Tras aguantar más de 50 minutos de ridículo absoluto en el campo, por unos jugadores que estaban siendo vapuleados, por un Villarreal que ni si quiera tuvo que esforzarse para superar al cuadro cántabro, exploto todo el estadio a raíz del tercer y último gol en contra, y sobre todo, tras la chulesca actuación de los miembros de seguridad del estadio, retirando y golpeando a aficionados, que sólo sacaban sus pancartas para protestar contra aquellos que tienen sometido a secuestro a nuestro club.

Por ir siguiendo un orden, he de empezar contándoos que el día comenzó con la protesta convocada por la A.P.R. (Asociación de Peñas Racinguistas) en modo de chorizada desde la 13:00 H. y hasta el comienzo del partido. En esa chorizada se pudieron ver y leer muchas pancartas y mensajes de condena hacía la actual directiva, liderada por Francisco Pernia en la sombra, además de respirarse un buen ambiente de racinguismo. En dicha celebración no hubo ni un sólo incidente, incluso cuando a eso de las 15:00 H. los aficionados se acercaron con pancartas a la entrada del palco, donde se escucharon los primeros cánticos y se hicieron algunas fotos de la protesta.


Así se llegaba al comienzo de un partido, que como os he resumido brevemente nada más comenzar este artículo, no tuvo ninguna historia, pues un Villarreal andando y con la ley del mínimo esfuerzo, paso por encima a un paupérrimo Racing, que cada semana es peor que la anterior, viéndose la total incompetencia del desequilibrado entrenador Fabri González, que nos dejo al final del partido una rueda de prensa, que evidencia su total demencia, y que no debería de estar capacitado para entrenar a ningún equipo.
Pese al horrible juego del equipo, desde la grada se intento animar y apoyar al equipo como cada semana, especialmente desde la gradona de los malditos, hasta que ya fue insoportable el ridículo en el campo.

Y es que, pese al minuto 13 donde la protesta fue masiva contra la corrupción que hay en este club, consentida por Gobierno de Cantabria y la Justicia Española, sólo se pudo oír algún cántico pidiendo la dimisión de Fabri, todo lo demás eran cánticos de apoyo al equipo.  Hasta que llego el tercer gol amarillo, que despertó las iras del respetable, encendiéndose la mecha en la zona del palco, donde un aficionado que lucía pacíficamente su pancarta de S.O.S. RACING fue reducido violentamente por 4 agentes de seguridad privada, a partir de ahí todo el estadio se volvió contra el palco, así como en el fondo norte otro guardia de seguridad del club agredía a un joven aficionado con su porra, por portar otra pancarta, a lo que se respondió desde la misma preferencia lanzando objetos contra ese agente, a la vez que desde tribuna norte se saltaba al fondo, en un amago de invasión de césped.


Esto fue lo que sucedió durante el transcurso de los 90 minutos dentro del estadio, ya que no acabaría aquí la indignación del racinguismo, una vez que apaciguo los ánimos la intervención pacifica y correcta de la Policia Nacional, que evito que la incompetencia y garrulísmo de los vigilantes de seguridad, diera paso a incidentes, ya que incidentes como tal, no hubo ninguno dentro del estadio, y si los hubo, fueron por parte de la seguridad del club.

Una vez acabo el encuentro, la gente se congregó en frente de la zona de entrada y salida de jugadores y autoridades (palco), con muchas pancartas y con una rabia acumulada, de más de dos años de abandono, ninguneo y ultimamente hasta represión, por defender la dignidad de un club de  100 años de historia, que esta siendo pisoteada por corruptos y politicos amigos de estos que lo permiten. En esta última concentración fuera del estadio, si se produjo algún leve incidente, pero que no paso a mayores dado el gran grado de civismo, una vez más, por parte de los seguidores racinguistas, que respetaron en todo momento los límites impuestos por los miembros de la Policia Nacional.


Siendo el momento más tenso, el que veis en esta foto, donde los vigilantes retiraron las vallas de seguridad, una vez abandono el Sardinero el autobús del conjunto de Villarreal, coincidiendo también con la marcha de los agentes de la Policia Nacional, que se vieron obligados a retornar, una vez que casi acaba entrando la masa racinguista en el interior del estadio.

Todo esto ha dado mucho que hablar en Cantabria, pues como viene siendo habitual, los medios generalistas del Estado Español, ningunean y silencian todo los que pasa en relación al Racing de Santander o Cantabria, de ahí ese falso mito, que incluso llegamos a creernos en la propia Cantabria, de que aquí nunca pasa nada. La realidad es que nos remangamos pocas veces, pero cuando lo hacemos somos un pueblo fuerte, y duro de pelar, y en el tema Racing nos han llevado al límite.
Por ello me parece patético intentar condenar cualquier acto realizado por los aficionados racinguistas en este pasado sábado, pues los pocos conatos de violencia que hubo, fueron iniciados e instigados por la seguridad privada del club, por lo tanto, carece de sentido la condena de unos incidentes, que no fueron tales.

Hoy Bernardo Colsa por ejemplo, condenaba ante mi asombro dichos incidentes, pero creo que debería de empezar por explicar cuales fueron los incidentes, y quienes son esos 4 macarras que nombra en sus declaraciones al panfleto montañés, el que por cierto no desperdicio la ocasión para hacer sensacionalismo barato con los hechos. Y lo mejor, y más lamentable, ver como un tipo que ni siquiera va al campo, y que se suele arrimar al sol que más calienta, como en diciembre yendo con el Gobierno que traicionó al racinguismo que se movilizó y puso su dinero en la ampliación de capital, se atreve a condenar hechos que no ha visto en primera persona, y a decir lo que tenemos, o no tenemos que hacer, ese no es otro que Javier Noriega.
Esto evidencia que el racinguismo debe ser soberano, y estar por encima de personas como estas, que al fin y al cabo, son políticos y no comprenden la reacción de un pueblo, de una afición en este caso, indignada de ser abandonada y ninguneada, por la Justicia, por el Gobierno e incluso por los medios de comunicación.



El racinguismo este pasado sábado, sólo ha dado una pequeña muestra de la indignación y rabia que siente ante todo esto que esta pasando, y desde luego, creo que sólo ha sido un primer paso, que si no lo remedia el único que tiene opciones de cortar esto por lo sano, Ignacio Diego, ira a más, y puede que le acabe explotando en las manos, un asunto del que se aprovecho en su momento para sacar réditos políticos. Ahora su compadreo y amparo a Francisco Pernia, y demás corruptos que tienen al Real Racing Club de Santander metido en un entramado jurídico, que esta a punto de matar al club, le hacen uno de los máximos culpables de esta situación.

La afición racinguista, ya esta harta, y actos como los de este sábado, son sólo una pequeña dosis de lo que en realidad siente. Ojalá, antes de que esto vaya a más, el Gobierno ponga fin a esta sin razón, en la que los únicos que están ganando son los corruptos, esos que manejan el club a su antojo.
Nosotros sólo pedimos, un club digno y que vuelva a ser nuestro, no de ningún delincuente. Creo yo, que tampoco es tanto pedir, simplemente un club que este a la altura de su historia y de su afición, ¿es tanto pedir?.
#SOSRACING

 
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1 comentario:

  1. Cuanta razón. puedes decirlo más alto pero no más claro. Muy buena entrada.

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