Ayer en el Madrigal, salió un Racing con muchos cambios en el once, una vez más, y sin su técnico Álvaro Cervera en el banquillo. Pues aún está ingresado en el hospital Marques de Valdecilla por unas dolencias cardiacas, de las que le deseo de todo corazón se recupere pronto, pues este siendo, como este siendo su labor profesional, todos tenemos claro que Álvaro es uno de los nuestros, y un hombre que vino con la buena intención de conseguir cambiar las cosas para bien, pero no sabia tristemente lo que le esperaba. Así pues, espero pronto volvamos a verle dirigiendo los entrenamientos del Racing, y ocupe nuestro banquillo, banquillo que ayer ocupó Fede Castaños.
El Racing necesitaba ganar el partido para seguir con un mínimo de esperanza de salvación, pero como siempre, fue incapaz de superar a un rival. En frente, estaba un Villarreal que también necesitaba la victoria, en este caso para acabar de despejar los fantasmas del descenso, pues al principio de está temporada nadie pensaba que el conjunto amarillo iba a pasar los apuros que está pasando, y una vez visto el partido de ayer, nos queda a todos claro por que está pasando por estas penurias clasificatorias, pues no fue para nada superior al cuadro cántabro, sobre todo en una primera mitad, en la que el submarino amarillo fue incluso inferior al Racing.
El Racing, si que dio un poco más, sobre todo en el primer tiempo como os contaba, pues tuvo más criterio con el balón en su poder, y paso por pocos apuros en la zona defensiva, salvo por un clamoroso error de Torrejón cerca de cumplirse el minuto 45, que casi acaba con lo que hubiera sido un injusto gol del cuadro castellonense, pues lo visto en la primera mitad, sin que tampoco el Racing tuviese grandes ocasiones de gol, el equipo racinguista toco con más intención que el equipo amarillo, sobre todo cuando conectaban entre Luque, Adrián y Munitis, que ayer estuvieron muy bien en esa segunda línea de ataque.
Lo peor sin duda, de este primer periodo, fue el lamentable balón parado que tuvo el equipo, falta de estrategia y de toque por parte de los sacadores de faltas y corners, que llevamos sufriendo todo el año, sobre todo cuando son jugadores como Diop o Cisma, los que se encargan de este cometido.
En resumen, un partido totalmente ganable para el Racing, pero claro, si hubiera sido un Racing de los de siempre, no el que este año estamos sufriendo, y que es con diferencia, el más mediocre de nuestra historia, y así se vió cuando nada más comenzar el segundo tiempo el Villarreal se adelantaba en el marcador con gol de Hernán Peréz, en un clamoroso error de Cisma, que no vigila a su marcaje, permitiéndole así, sólo ante Mario marcar para su equipo. Es especialmente sangrante el bajo rendimiento de Cisma, que incluso en un nuevo error en el 51, estuvo apunto de permitir el segundo, para el mismo Hernán Peréz.
Por cosas como está, y el bajón que dió el equipo en está segunda parte, volviendo a ser el Racing pésimo que nos acostumbra este año, no entiendo como se tardo tanto en hacer cambios, para ir a por el partido, y sobre todo, cambiar la dinámica mala en la que entró el equipo a raíz del gol castellonense.
Hasta el 66 no movió el banquillo Fede Castaños, ayer al cargo, para dar entrada a un Lautaro Acosta, que como siempre, dio un plus de calidad al equipo, también posteriormente entraron, Jairo y Edu Bedia, por Adrián y Luque, en unos cambios lógicos, pero para mi gusto tardíos.
Así el Racing lejos de irse para arriba a por el partido a la desesperada, incluso siguió cediendo terreno a un flojo Villarreal que fue incapaz de aprovecharlo para matar el partido, y lo acabo pagando en el descuento, cuando un pase medido de Jairo, fue rematado de cabeza por el Laucha de cabeza, para poner unas justas tablas en el marcador, que para el Racing de poco sirven, por no decir que no sirven para nada, y para complicar un poco la vida al Villarreal, que con este nuevo tropiezo sigue sin alejarse definitivamente del Zaragoza, que ahora mismo marca la última plaza de descenso.
Por cierto, y para acabar con está crónica de hoy, me pareció patética la celebración del gol racinguista, pues si bien entiendo la falta que le hacía al equipo marcar, y sobre todo a Acosta, por lo mal que lo está pasando por las lesiones, no comprendo tanta alegría por conseguir un punto que de nada va a servir, pues gracias a los ridículos continuos de los mismos que ayer celebraron el gol, estamos ya descendidos si no lo evita un milagro.
Ficha técnica: Villarreal 1 - 1 Racing
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